-María
Luisa Angarita-
En el libro Todos somos mortales (2016), Manuel Cabesa nos presenta una serie
de cuantos cortos o mini cuentos donde el mundo recreado surge y se sustenta en
este otro mundo paralelo que rodea al autor, el mundo verdadero.
En palabras de Reis y López
(Diccionario de Narratología, 1996), son “los textos narrativos los que mejores
condiciones reúnen para escenificar la ficcionalidad a través de la deconstrucción
de mundos posibles” (p. 97). En el caso que nos ocupa, la ficcionalidad forma
parte del mundo real, se nutre de ella para luego transformarla en otra
existencia, así los personajes pueden irrumpir en la historia desde otro mundo,
la vida resulta una construcción más del narrador, el personaje que nos habla
no existe en su propia existencia pues parte de su muerte para hablarnos.
El más allá cobra vida dentro del
libro, más no desde la sangriento, sino desde ese cúmulo de complicaciones que
la no-vida implica, personajes fantasmas relatan su experiencia, asesinatos,
tragedias, una madre que sufre la pérdida de sus hijos del mismo modo como
había imaginado la muerte de su esposo; niños que disparan a otros
inocentemente en el juego, también ficcional, de policías y ladrones.
Lo mortuorio surge en este libro de
Manuel, como una especie de sublevación contra el acto de vivir. El mundo real
aparece en los textos para fundamentar desde la palabra la existencia de la
muerte, de todos los tipos inimaginados de muerte, como si el autor se viera
acosado en cada frase por una interrogante siniestra: ¿cómo he de morir?,
interrogante que cada personaje intenta responder desde su propio contacto con
la muerte.
En estos cuentos la muerte muestra
diversas formas de su rostro incitando al lector a apoderarse, a su vez, de la
duda que a la voz narradora embarga: entre tantas formas de muerte, ¿Cómo será
la mía? Pero lo mortuorio aquí presente no plantea tragedia ni desespero, es
más como una mirada humorística de lo que a la humanidad angustia. La ironía
central de los cuentos no recae sobre la muerte en sí, sino sobre todas esas
actitudes y acciones que los seres humanos ejecutamos para alcanzarla.
Presentación al libro Todos somos mortales (2016) de Manuel Cabesa.
Editorial
el perro y la rana.
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