Ir al contenido principal

Sobre el Papa Francisco, el Papa de la Iglesia en salida, la Iglesia de la Misericordia


Hoy me despierto con la noticia que tristemente esperaba desde hacía unos meses, el fallecimiento del Papa Francisco. Me avisó José Valero, uno de los hermanos que la Iglesia Católica y el pontificado de Francisco me regalaron.

No conocí a SS Francisco en persona, lo conocí en sus textos maravillosos y en sus obras, en su misión apostólica y en su Iglesia. No crecí como católica practicante, pero me volví una practicante devota gracias a mi matrimonio y al Papa Francisco. Con él conocí la Iglesia de la alegría, la misericordia y la misión. La Iglesia de las periferias y de la inclusión.

La misión del Papa Francisco era esa, hacer de la Iglesia una comunidad entregada al servicio de los más necesitados, una Iglesia en salida, en clave misionera de amor. Su lucha por la igualdad, la justicia social y la cercanía a los que sufren no solo era una forma de sostener la Doctrina Social de la Iglesia, iba más allá, era su clave para comprender el mundo. Porque SS Francisco no pensaba solo en la comunidad de fe, pensaba en todos los hombres y mujeres de buena voluntad. En la humanidad misma.

La teología que estudié durante mis años de formación teológica iba siempre encaminada por su visión. Cada texto, cada doctrina y dogma, cada proposición teológica se enmarcaba en el contexto de la Iglesia de hoy, la Iglesia de Francisco. Y la misión era esa: salir, acompañar, actuar.

Agradezco al Papa Francisco su lucha por transformar una Iglesia que se había encerrado dentro de sí misma. Temo que su legado sea reducido y que los grupos ortodoxos que pululan entre las filas clericales logren destruir su obra. Espero que no. Porque con Francisco no solo se abrió la Iglesia al mundo, sino que se le permitió a la Iglesia salir realmente. Ir por las ovejas perdidas, que ha debido siempre ser la clave pastoral. No conformarse con las noventa y nueve.

Su Santidad Francisco me regaló una Iglesia que yo no conocía. Se esforzó por hacer realidad los sueños del Concilio Vaticano II y por profundizar las propuestas pastorales de San Juan Pablo II, libre ya de la mirada siempre antagónica de Ratzinger. (Perdón a quienes piensen lo contrario, es mi opinión, solo eso.)

Francisco me regaló la Iglesia en la que pude creer realmente. La Iglesia que me hizo verdaderamente cristiana practicante. Los años de mis estudios de teología fueron sin duda los mejores, porque siempre estuvieron marcados por su visión. Celebré con júbilo los cambios en Motu Proprio sobre el Código de Derecho Canónico porque eran necesarios, en especial los cambios en cuanto al matrimonio y la nulidad matrimonial. Y he seguido con un poco de admiración su atrevimiento a suspender y reformar grupos católicos que se habían y que se han convertido en peligrosas sectas.

La labor de Francisco fue como la de todo pastor verdadero, serena, diaria, sin tregua, y a la vez cercana y misericordiosa. Incluso su visión política sobre el mundo, su intervención puntual y directa en los temas álgidos de la política venezolana, fueron para mí una forma de demostrar que estaba allí, que la fe siempre puede más. No falta nunca quien se queje, quien diga que no hizo nada por Venezuela. Por su puesto, es el discurso de quien nunca tampoco asistió a misa, ni salió de misión, ni luchó en las marchas. Si algo ha dejado clara la historia es que los dictadores no salen con la buena voluntad de los pueblos ni de los políticos, ni de los Papas.

Pero yo sí vi un trabajo de hormiguita de Su Santidad con Venezuela. Estaba allí en medio del obrar diario de sus pastores y feligreses. Estaba allí en sus bendiciones puntuales, sus mensajes de cercanía, su catequesis y sus intentos de diálogo. Por supuesto, pretender que las indicaciones de un Papa Católico sean aceptadas por un dictador es, como decía un buen profesor mío de teología: “miccionar fuera de las periferias del recipiente”.

Cuando Juan Pablo II murió, no entendí el dolor de quienes lo lloraban. Lo entiendo ahora que se ha ido el Papa Francisco, el Papa que me regaló la Iglesia en la que creo y en la que me he formado. De su obra, de sus escritos, una frase se me grabó en la mente y es la que he tratado de seguir desde entonces: «[…] dondequiera que haya cristianos, cualquiera debería poder encontrar un oasis de misericordia.»  (Misericordiae Vultus #12) Una frase escrita hace ya 10 años.

Se ha ido Francisco, pero no su legado. Se ha ido su alma, mas no su espíritu que sigue presente allí en cada una de sus palabras, en cada una de sus obras. Queda ahora para nosotros la misión asignada, continuar viviendo la fe con esa clave misionera de salida, salir al otro y recordar siempre que, en su rostro, en su necesidad, en su diferencia, en su dolor, habita también el amor de Dios. Nuestra misión clave es esa: salir, acompañar, amar. En fin, la misión es la misericordia.

 

María Luisa Angarita. 21/04/2025


Comentarios

Entradas populares de este blog

La Virgen María y el empoderamiento femenino. Un camino de revalorización de la mujer iniciado por Dios. (A propósito del día internacional de la mujer)

En los últimos años el término “empoderamiento femenino” se ha hecho más presente en el discurso y en la vida social. Es una expresión acuñada por primera vez 1995 en Beijín dentro de la Conferencia Mundial de las Mujeres. Con esta expresión se busca dar un impulso al reconocimiento de los derechos de las mujeres a participar activamente en los procesos de toma de decisiones políticas, sociales y económicas que le afectan como persona. De igual forma busca también referir el proceso de concientización de la mujer como ente poderoso capaz de tomar las riendas de su vida en sus manos y así tanto a modo individual como colectivo reconocerse digna y hacer valer su dignidad ante el mundo. En la actualidad el “empoderamiento femenino” ha trascendido su campo de acción, de lo político y social, de la incorporación de la mujer a las actividades laborales y la reducción de la brecha entre los géneros, hasta la psicología, la superación personal, la maternidad y el matrimonio...

De “Ensayo sobre la ceguera” a “Ceguera”: la metáfora del mundo desvirtuada en el cine.

De “Ensayo sobre la ceguera” a “Ceguera”:  la metáfora del mundo desvirtuada en el cine. -María Luisa Angarita-             Sin duda alguna el cine es una de las formas del arte, si no la única, que mueve masas constantes de espectadores. Esta cualidad le otorga una gran ventaja con respecto a otra forma de arte mucho más humilde y solitaria como lo es la literatura. Sin embargo, esta ventaja no siempre garantiza que su discurso sea más comprendido o internalizado por el público. Quizás sea por esto que el Film de Fernando Meirelles Ceguera (2008), no haya generado en el público el mismo impacto que ha ocasionado en cada lector la obra del Premio Nobel de Literatura (1998) José Saramago (1922) Ensayo sobre la ceguera (1995), y no porque como se suele argumentar: “ninguna película supera al libro”, supuesto que ya ha sido derrumbado por Peter Jackson  en sus tres films de El Señor de los Anillos y otros ...

El bloqueo del escritor, mi experiencia y cómo superarlo

El bloqueo de escritor o bloqueo creativo surge cuando las ideas y las palabras simplemente no llegan, no aparecen y por ende no alcanzamos a plasmarlas en la página. Es uno de esos grandes atolladeros en los que los autores nos vemos atrapados en ocasiones y sobre los cuales todos intentan discernir, a veces sin mucha suerte. En mi caso particular, el bloqueo de escritor es una constante, quienes se han sumergido en mis poemas habrán notado mi insistente vuelta al tema de las palabras que escapan sin que pueda asirlas, y que vienen siempre de improviso para engañarme. Es una especie de juego y a la vez de tormento, especialmente para el poeta. Recientemente una joven poeta me escribió para pedirme orientación sobre cómo superar este bloqueo, debo reconocer que su pregunta me hizo pensar un par de días pues hasta ahora no me había planteado de forma concreta cómo superar el bloqueo, así que me concentré en revisar todas las veces que me he sentado frente a la página en blanco y mis e...