La virgen, la madre, la hechicera: trinidad arquetipal como refugio y esperanza en “El libro de Eva” de Meg Clothier.
Hay magia dentro del convento, Beatrice no lo sabe, pero lo descubrirá pronto. Es una magia antigua, más antigua que Dios y sus profetas, sus santos y sus herejes. Un dios que no es él sino ella, una Diosa Madre que se esconde a la vista de todos, entre los árboles y la naturaleza.
En El
libro de Eva (2023) Meg Clothier nos sumerge en un universo de magia, fantasía
y herejía digno de cualquier epopeya épica. Finamente hilvanada y con datos
puntuales producto de una profunda investigación en el campo de la historia
eclesial y el camino de las mujeres en ella, la historia de esta novela nos
presenta un análisis vigoroso de la opresión sistemática de las mujeres dentro
del seno eclesial y fuera de él. Particularmente en cuanto a la tradición
católica.
La protagonista
es Beatrice, una religiosa bibliotecaria que recibe un manuscrito misterioso
que debe proteger y que se basa en el famoso manuscrito de Voynich del siglo XV
jamás descifrado. Este manuscrito, que en la historia es el “Códice”, no es más
que la puerta que abrirá el mundo mágico para Beatrice y que la llevará directo
a conocer a la Diosa pr
imigenia: la Madre, venerada por mujeres desde la
antigüedad y que en la historia relacionan con la imagen de la Virgen.
La analogía y la comparación es constante en cuanto a la Virgen María y la Madre. Incluso entre la Virgen María y las madres carnales, es decir, las mujeres comunes que paren y crían. Pero hay algo aún más revelador y poderoso, la trinidad arquetipal de la virgen, la madre y la hechicera se presenta en esta historia desde diversas variantes como:
· La
virgen verde, como símbolo de esperanza y protección mística. Las mujeres del
pueblo e incluso del claustro le rezan, le piden y ella vela por ellas.
· La
maternidad asumida por la madre superiora que busca resguardar y proteger a sus
religiosas y al claustro en sí del poder opresor de los clérigos de turno, que
en este caso vienen a ser los villanos.
· Y
la hechicería enmarcada en el poder de la Diosa Madre que se revela a quienes
pueden comprender el libro, a quienes lo escuchan y protegen. Gracias a su
poder, las mujeres se transforman en animales para lograr escapar de sus
captores y opresores.
Entrelazada
en medio de la historia, esta construcción arquetipal de lo femenino se
enfrenta a la construcción patriarcal de la Santísima Trinidad usada como
estandarte de control, manipulación y miedo por los clérigos quienes a lo largo
del libro usan las palabras y las historias religiosas para dominar a su favor a
las féminas que intenten oponerse a sus mandatos, llevándolas incluso a la
muerte.
Ambientada
en una época antigua que no se define, la historia nos centra en la lucha de
poderes eterna entre el bien y el mal. Utiliza de un modo muy inteligente la concepción
del mal en lo que desde hace más de dos mil años se nos ha dicho que es el
bien, y ubica el verdadero bien en lo que durante el mismo tiempo se no ha
dicho que es el mal.
De igual
forma, refleja como la construcción de la sociedad y de los entornos religiosos
con base en la fe cristiana católica ha servido más para controlar, oprimir,
abusar y matar mujeres que para la santificación de sus almas. La crítica es
evidente a lo largo de todo el libro. Oculta allí en medio de la magia, el
misterio y el suspenso, salta a los ojos de cualquiera que se atreva a leer
entre líneas, e incluso la mayoría de las veces es directa y tajante.
Por otra
parte, esta novela nos plantea también un tema crucial de este tipo de opresión,
la de los libros prohibidos. Los libros que en alguna época fueron quemados, junto a la lucha de la protagonista y sus aliadas para proteger el libro más
prohibido y buscado por todos. Ese libro mágico que revela una verdad que
derrumbaría la tradición misma de la Iglesia: existe una Diosa y esa diosa es
más antigua que el Dios cristiano y su trinidad.
Por eso la
historia va y viene entre la lucha por proteger el libro y proteger otros
libros antiguos, proteger la esencia de la femineidad del ataque macabro y cada
vez más maligno de los “hombres de fe” revestidos de sacerdotes.
Quien no
pueda tolerar estos análisis y estas vueltas por considerarlas un atentado a su
fe, que no se acerque al “Libro de Eva”, que se quede allí en las
Sagradas Escrituras que también están cargadas de crueldad. Pero quien no solo se atreve, sino que le
gusta indagar en estas aguas propias del intelecto humano como el cuestionarse
la propia fe y sus construcciones sociales, políticas y teológicas, busque ya
este libro de Meg Clothier. En las páginas finales, la autora incluso nos
obsequia las referencias bibliográficas que le permitieron construir esta
historia sin errores y con muchos aciertos.
Al final,
solo una verdad es absoluta en este libro: las mujeres unidas pueden protegerse
y defenderse del mal, de todas las formas del mal. Y esa, es la verdadera
magia.
Clothier, Meg (2023) El Libro de Eva. Ciudad
Autónoma de Buenos Aires. Plata Ediciones.
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